Carta de poder en formato simple

Carta de poder en formato simple

El formato de carta poder simple te permitirá asignar persmisos a una tercera persona para que actue en tu nombre, con la mayor sencillez posible, sin necesidad de establecer tantas condiciones como en la carta de poder normal.

Los poderes son documentos mediante los cuales una persona autoriza parcial o totalmente a otra para que actúe en representación suya, bien sea para efectuar un negocio, participar en un evento, o realizar trámites legales ante juzgados, notarías y entidades públicas o privadas. De hecho, un poder se asume como un documento con valor legal, si bien cada país determina las condiciones y los procedimientos mediante los cuales se otorgan y se validan las actuaciones que con mediante ellos se realicen.

En términos generales, el modelo de carta poder simple se utiliza cuando una persona está impedida para actuar directamente en un trámite comercial, administrativo o jurídico, ya sea porque esté en un lugar diferente a aquél en el cual aquél tendrá lugar o porque existan circunstancias que le impidan al interesado hacerse presente en el mismo (por ejemplo, en casos de enfermedad, por razones laborales, o porque una persona deposita su confianza en otra que supone actuará de la mejor manera y de acuerdo con sus intereses).

Los poderes se suelen emplear por parte de personas naturales, es decir de ciudadanos que solicitan a otros que actúen en su propio nombre y representación. En el caso de las personas jurídicas (empresas e instituciones), éstas actúan ante la ley en cabeza de sus representantes legales (gerentes, directores, administradores, presidentes, etc.).

Un poder puede emplearse para realizar cobros en favor de una persona, para adelantar algunos trámites empresariales, administrativos o jurídicos (cada país o cada entidad determina cuáles son susceptibles de realizarse mediante este recurso), y hasta se da el caso de emplearse para concretar un acuerdo matrimonial.

Para validarse legalmente, los documentos mediante los cuales se otorga un poder comúnmente son registrados ante una notaría, ya que ésta es la entidad en la cual los Estados delegan la función de certificar que tanto quien representa a un ciudadano como quien acepta ser representado tienen existencia real y han aceptado de común acuerdo que uno de ellos actúe en nombre del otro con determinadas facultades (las que se consignan en el documento).

Cuando se trata de trámites o gestiones que se realizan en un país diferente al de quien es representado, los poderes se autentican (validan) ante una embajada o una oficina consular.

La carta-poder es una forma simplificada mediante la cual una persona otorga a otra la facultad de representarla.

Dado que las cartas-poderes tienen validez legal, quienes las otorgan a otras personas para actuar en su nombre deben acordar con todo detalle y consignar en un documento cuáles son las facultades y cuáles las limitaciones que se establecen en la representación.

Quien otorga un poder se denomina poderdante, y quien asume su representación recibe el nombre de apoderado.

Existen en la red sitios que permiten conocer y usar diferentes tipos de cartas de poder, según las actuaciones que se esperan de quien se aspira que represente a una persona.