Cómo emprender un negocio

Cómo emprender un negocio

Si uno tiene algo de dinero ahorrado o simplemente quiere intentar arrancar un negocio desde cero, pueden surgir muchas dudas y aparecer muchos miedos e incertidumbre. Por eso vamos a ver qué cuestiones son importantes y qué hay que tener en cuenta a la hora de iniciar nuestro propio emprendimiento.

Hay que tener en cuenta que es una decisión importante, no es simplemente poner un negocio y que el dinero venga solo, el estilo de vida puede llegar a cambiar.

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Cabe aclarar que no hace falta ser el típico joven brillante de película o alguien que se pasó la vida estudiando el mercado y la economía, aunque ayudaría muchísimo, de todos modos, es necesario ponerse a leer un poco y estudiar el mercado a donde se pretende atacar.

Una vez decidido, hay que pensar en qué tipo de negocio se quiere iniciar, si será un producto, qué tipo de producto y hacia qué público se lo piensa ofrecer, igual si se trata de un servicio, y analizar la posible competencia, si es que existe o si se trata de algo novedoso.

También es importante estar al tanto de las leyes comerciales locales de cada municipio o ciudad. Por ejemplo, si la idea es poner un local comercial, cómo conseguir la habilitación que permita tener un local, cantidad de matafuegos, condiciones, etc. Esto evitará futuras multas o incluso clausuras del local. Lo cual no sólo evitaría pérdida de dinero sino que también evitaría mala publicidad.


MUCHO TRABAJO POR HACER    

El primer paso es definir a la empresa. Es decir, seleccionar el producto o servicio que se desea ofrecer, y crear una sociedad. Analizar la competencia, si existe, y los posibles interesados en el producto o servicio.

El segundo paso es conocer el mercado. Una vez definida la empresa, es momento de saber a quién puedo alcanzar y cómo.

Es recomendable conocer la zona donde se comerciará el producto, a fin de determinar la clientela y la competencia. Además, es muy importante hablar sobre el proyecto con distintas personas, ya sea con familiares y amigos como posibles clientes, a fin de recibir críticas, apoyo y hasta algún consejo o alguna cuestión que se nos pudo haber escapado mientras creábamos la empresa.

Definido esto, el segundo paso es colocar el producto en el mercado. Bien puede ser Internet, avisos en el diario, folletos entregados en la vía pública, o dejados en algún local que no se relacione con nuestro producto o el “boca a boca”.

Internet tiene la ventaja que funciona como un local abierto las 24hs durante todo el año, que incluso puede llegar a personas fuera de nuestro ciudad, incluso del país.

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Si se desea vender de esta forma es importante mantener el inventario al día y que la gente sepa claramente qué es lo que va a comprar. Además es vital garantizar la entrega de los productos en tiempo y forma. También hay que sumarle que Internet ofrece variados medios de pago, por lo que no debería haber ningún problema con eso.

Es recomendable, cuando la empresa empiece a funcionar bien, y tal vez un poquito antes, asesorarse con un abogado especializado en derecho comercial. A fin de poder crear la sociedad en la forma que corresponda y evitar cualquier problema legal que pueda surgir.

Una vez iniciado el negocio, con el producto ya introducido en el mercado, si todo anduvo bien, lo que resta es expandir. Una vez ocupado el mercado local, lo que sigue es el mercado nacional, y luego el internacional. Gracias a Internet y a las entregas por correo, no hay mayores complicaciones para que por ejemplo, una persona de Bolivia compre algo a uno de Japón. De todos modos, hay que tener en cuenta que cuando uno comienza a exportar, surgen una serie de requisitos más estrictos.

También ayuda a la expansión ofrecer pruebas o promociones, a fin de dar a conocer el producto al mercado exterior de manera más rápida.

Buscar inversores es otra forma de expandir, ya que tendrás más capital para poder mejorar el producto, tener más stock o hacer mayor publicidad. Es importante tener en cuenta que si bien alguien pone dinero en tu proyecto, eso no significa que se le esté dando parte de la empresa, ya que no es sólo poner dinero y ya. Hay un esfuerzo físico y mental, y una inversión de tiempo que el otro no hace.

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Por último, la administración de la empresa es lo que la hará sobrevivir. No importa lo grande y poderosa se haya vuelto, si es familiar o no. Si está mal administrada irremediablemente caerá en la banca rota. No hacer gastos innecesarios, mantener el stock al día, tener un directorio responsable y fiel, cumplir con todas las regulaciones laborales a fin de evitar demandas y posibles sanciones, etc. Puesto que lo último que queremos ver es nuestra empresa en concurso o quiebra.