Qué evitar en la carta de presentación

Qué evitar en la carta de presentación

Aunque el currículum es el documento más importante y el primer paso para optar a un nuevo puesto de empleo, siempre lo debemos acompañar de una carta de presentación. ¿Por qué? Porque en el CV exponemos nuestros datos académicos y profesionales de forma esquemática, intentado que sea fácil de entender y atractivo para el reclutador, pero la información al fin y al cabo se muestra comprimida y sin poder explayarnos en exceso. La carta de presentación nos permite  puntualizar aquellos aspectos que creemos convenientes que el seleccionador conozca sobre nosotros en relación a nuestro currículum. Sin embargo, la mayoría de personas en situación de desempleo comenten una serie de errores frecuentes en la carta de presentación que queremos que evites en su redacción para hacer de este documento la ‘puerta de acceso’ a tu futuro.

  • No personalizar. Además de que es necesario que tengamos varios currículum redactados, más importante todavía es contar con varias cartas de presentación. Este documento es más directo, más ‘humano’ que el CV y sobre todo es nuestra última oportunidad de pasar a una entrevista de trabajo o que el reclutador nos descarte por completo. Por eso aquí debemos esforzarnos al máximo para explicar por qué somos los candidatos idóneos para el puesto. El error más frecuente de una carta de presentación por lo tanto es no personalizarla; añadir en el texto el nombre de la empresa a la que nos postulamos o hacer referencia a la vacante son detalles que te ayudarán a captar la atención del reclutador.

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  • Hacernos vulnerables. Aunque una carta de presentación nos ayuda a completar los datos de nuestro currículum, hacer un resumen de nuestra formación y experiencia y explicar por qué el seleccionador se debe interesar en nosotros, también es un documento con un ‘doble filo’. Dependiendo de cómo la redactemos podemos sacar a relucir nuestros puntos débiles y si pasamos a la entrevista de trabajo nos pueden preguntar directamente por ello. ¿Por qué no continuaste en tu último empleo? ¿Por qué no finalizaste tus estudios? Si crees que tienes algunos ‘flecos’ en tu CV que son fáciles de atacar, es preferible que los trates en la carta de presentación de forma que argumentes la información expuesta y te ahorres tener que dar explicaciones al seleccionador.
  • No centrarse en lo importante. Haciendo referencia a la personalización que comentábamos anteriormente, no centrarse en aquella información importante y relevante para el puesto de empleo es uno de los errores más frecuentes en la redacción de la carta de presentación. Si sólo cuentas con un modelo de carta y lo empleas para todo tipo de puestos de trabajo estarás demostrando que no tienes un interés específico en ese empleo sino que usas el mismo para todas las postulaciones. ¿Tienes un curso que será de utilidad para la vacante? ¿Una de las tareas que realizaste en uno de tus anteriores trabajos se asemeja al del puesto? Haz un breve análisis de tu candidatura en relación con el trabajo y saca lo mejor de ti plasmándolo en la carta de presentación.
  • Usar frases ‘sin fuerza’. Otro de los errores que más se cometen en una carta de presentación es utilizar frases ‘vacías’, que no tengan fuerza y que parece que cualquier candidato puede escribir: “me gusta trabajar en equipo”, “soy una persona puntual”, “me encanta su empresa”… Aprovecha la oportunidad de hacer llegar tu carta de presentación para diferenciarte de los demás, para que la empresa vea que no sólo eres un candidato diferente sino que eres el que mejor podría desarrollar ese puesto de empleo ofertado. Una vez más, personaliza, muéstrate tal y como eres e intenta hablarle directamente al seleccionador para captar su atención e interés.
  • Extendernos por ‘rellenar’. ¿Crees que no tienes nada que decir? ¿Nunca has trabajado y no sabes qué poner? La primera regla de todo documento de este tipo es “lo bueno si breve, dos veces bueno”. Por eso, debes ser conciso pero explicando la información que consideres necesaria. Así como el currículum puede llegar a tener una extensión máxima de dos folios, una carta de presentación nunca debe exceder de una hoja. Si todo lo que tienes ‘que decir’ al seleccionador lo puedes hacer en un párrafo, no fuerces el texto extendiéndote para rellenar. Del mismo modo, si tienes mucha información que explicar en este documento, resume extrayendo los datos que pueden ser de interés para ese puesto de empleo.